En un entorno donde la eficiencia energética es cada vez más importante, tanto por razones medioambientales como económicas, el aislamiento térmico se ha convertido en un factor clave en cualquier proyecto constructivo. Uno de los sistemas más eficaces para conseguirlo es el uso de paneles sándwich en cubiertas y fachadas.

El aislamiento térmico consiste en reducir la transferencia de calor entre el interior y el exterior de un edificio. Esto permite mantener una temperatura interior estable durante todo el año, independientemente de las condiciones climáticas externas.

Los paneles sándwich están formados por dos chapas metálicas y un núcleo aislante, normalmente de poliuretano (PUR) o poliisocianurato (PIR). Este núcleo actúa como una barrera térmica altamente eficiente.

Ventajas:

🔹 Reducción de pérdidas de calor en invierno

🔹 Menor necesidad de climatización en verano

🔹 Mayor confort térmico para trabajadores y procesos productivos

🔹 Disminución de emisiones de CO₂ asociadas al uso energético

Gracias a su excelente capacidad aislante, los paneles sándwich permiten reducir notablemente el consumo energético de las instalaciones, lo que se traduce en un ahorro económico a medio y largo plazo. Además, su uso facilita la obtención de certificaciones energéticas y contribuye a edificaciones más sostenibles.